LOS CAÑARIS, ENTRE EL MITO Y LA REALIDAD.



LA LEYENDA DE LAS GUACAMAYAS

Esta historia me fue narrada por los Sabios Ancianos, guardianes de la Memoria en un lejano páramo serrano. De acuerdo a una antigua leyenda trasmitida generación tras generación en la que se describe la Génesis del Pueblo Cañari.


Durante largo tiempo los seres humanos se olvidaron del respeto a la Pacha Mama o Madre Tierra, destruyendo la naturaleza y matándose los unos a los otros, el robo, la pereza, y la mentira habían pervertido sus corazones, como castigo a ese comportamiento los Dioses Tutelares desataron un gran diluvio, durante muchas lunas las aguas fueron tragándose todo, cultivos, animales, casas, la mayoría de la gente pereció ahogada, salvo dos jóvenes hombres que siempre habían mantenido el respeto a la Tierra y a los Sagrados Espíritus de sus Ancestros, lograron sobrevivir en una remota cueva de una montaña conocida hoy como Huaycañan, montaña que mágicamente se elevaba conforme crecía el nivel de la inundación, luego de cuarenta días la lluvia ceso, los dos hermanos con mucha dificultad procuraban alimentarse con las pocas raíces que podían recolectar.


Un día en la cueva que les servia de refugio, luego de deambular por los alrededores se encontraron con frutos exquisitos y chicha de maíz, luego de la sorpresa, trataron de averiguar quienes eran sus benefactores y se ocultaron para ver que sucedía, grande fue su asombro al contemplar llegar a dos grandes Guacamayas con rostros de mujeres que traían alimentos para ellos, se hicieron presentes ante las aves las cuales en el acto se transformaron en dos bellas muchachas, que habían sido embrujadas por un demonio que pereció en el diluvio, este las había echado una maldición transformándolas en aves, pero esto fue lo que las salvo, puesto que volaron hacia lo alto de la montaña encantada.

Los hermanos se enamoraron de ellas y con la bendición de los Dioses Andinos formaron una extensa familia que daría origen al  pueblo Cañari, gente de temple y espíritu guerrero quienes mantuvieron un culto totémico a la guacamaya y la serpiente, asentándose y teniendo como áreas de influencia en territorio ecuatoriano lo que actualmente son las provincias de: Cañar, Azuay, El Oro y Morona Santiago.

Los cañaris opusieron una tenaz resistencia al avance de los incas y tras encarnizados combates donde hubo triunfos de lado y lado, al final fueron sometidos por la fuerza, esto ocurría en la época de los  Incas; Tupac Yupanqui y Huayna Capac, luego tras la lucha dinástica entre Atahualpa y Huascar por el Tahuantinsuyo se rebelaron contra el poder establecido.

En los actuales momentos existe el grave riesgo de la destrucción del Patrimonio Cultural Material e Inmaterial de esta cultura, por los procesos globalizantes y alienantes del modelo occidental de sociedad impuestos desde la colonia, que no respeta ni valora los saberes, creencias, y tradiciones de los pueblos indios nativos.

El 70 % de su población a perdido el uso de la lengua kechwa, imponiéndose el español como lenguaje, son pocas las comunidades que mantienen las vestimentas y prácticas socioculturales autóctonas, urge trabajar con las organizaciones de base y los Gobiernos Autónomos Descentralizados para empezar una Agenda de Rescate, Puesta en Valor Social, Salvaguarda, Promoción y Difusión del Patrimonio Cultural y Natural del Pueblo Cañari, puesto que más que un mito son una realidad que da forma y matices a nuestra Identidad Multiétnica e Intercultural Ecuatoriana.   

Juan José Acosta Salazar
Gestor Patrimonial
PROCULTUR
ESCUDO Y BANDERA CAÑARIS.